El Padrenuestro es la oración modelo: nos la enseñó el Señor.
Es la oración más sencilla para honrar a Dios y entrar en su divino Plan, pidiéndole lo que Él quiere darnos, que es siempre lo que más nos conviene.
Al orar el Padrenuestro:
• Queremos estar cerca de Dios, nuestro Padre, teniendo la mente y el corazón abiertos a Él.
• Queremos santificar Su Nombre, honrando, alabando bendiciendo y agradeciendo su misericordia y su providencia.
• Queremos convertir esta tierra en su Reino, para que su Voluntad sea realizada plenamente aquí, como en el cielo.
• Le pedimos el pan espiritual antes que el pan material de cada día, porque sabemos que “lo demás se nos dará por añadidura.”
• Reconocemos y agradecemos su perdón.
• Le pedimos que nos perdone y, que no nos deje caer en la peor de las tentaciones, que es la de no querer perdonar, pues nuestra voluntad es siempre la de querer perdonar.
• Le pedimos que no nos ponga a prueba porque desconfiamos de nosotros mismos y reconocemos que somos capaces de traicionarle.
El Padre nuestro es la oración de la verdadera humildad porque en ella reconocemos quién es Dios y quienes somos nosotros.
El Padrenuestro contiene las verdades más profundas de nuestra fe:
• Dios es nuestro Padre, sabemos que nos ama, que nos escucha, que nos cuida, que nos espera.
• Nuestra vida tiene sentido si buscamos su gloria, si buscamos instaurar su Reino en este mundo, y, si buscamos cumplir su voluntad.
• Reconocemos que hay cosas que no hemos hecho bien, y que necesitamos su perdón,
• Fortalece nuestra alma.
• Nos libra de los peligros.
Si rezáramos bien un solo Padrenuestro, se acabarían todas las guerras, serian imposible. Nadie: ningún gobierno, ninguna nación, ninguna persona declararía la guerra.
Que Dios nos introduzca en la lógica de su Amor, de su Misericordia y de su Perdón. Amén.
Monjas Dominicas Contemplativas
Monasterio de Santa Catalina de Siena (Paterna)
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