Padre, que eres amor y vida, haz que cada familia humana que habita en nuestro
suelo, sea, por medio de tu Hijo Jesucristo,"nacido de mujer" y mediante el
Espíritu Santo, fuente de Caridad Divina, un verdadero santuario de vida y amor
para las nuevas generaciones. Haz que tu gracia guíe los pensamientos y las
obras de los cónyuges, para bien propio y de todas las familias del mundo. Haz
que las jóvenes generaciones encuentren en la familia un fuerte sostén humano,
para que crezcan en la verdad y el amor. Haz que el amor, reforzado por la
gracia del Sacramento del Matrimonio, se manifieste más fuerte que cualquier
debilidad o crisis que puedan padecer nuestras familias. Te pedimos por
intermedio de la Familia de Nazareth, que la Iglesia pueda cumplir una misión
fecunda en nuestra familia, en medio de todas las naciones de la tierra. Por
Cristo, nuestro Señor, Camino, Verdad y Vida, por los siglos de los siglos.
Amén.
«Queridos hermanos y hermanas: En este primer domingo después de la Navidad, la
Iglesia celebra la fiesta de la Sagrada Familia. Como en el belén, la mirada de
fe nos permite abrazar al mismo tiempo al Niño divino y a las personas que están
con él: su Madre santísima, y José, su padre putativo. ¡Qué luz irradia este
icono de grupo de la santa Navidad! Luz de misericordia y salvación para el
mundo entero, luz de verdad para todo hombre para la familia humana y para cada
familia. ¡Cuán hermoso es para los esposos reflejarse en la Virgen María y en su
esposo José! ¡Cómo consuela a los padres especialmente si tienen un hijo
pequeño! ¡Cómo ilumina a los novios que piensan en sus proyectos de vida! El
hecho de reunirnos ante la cueva de Belén para contemplar en ella a la Sagrada
Familia, nos permite gustar de modo especial el don de la intimidad familiar y
nos impulsa a brindar calor humano y solidaridad concreta en las situaciones por
desgracia numerosas en las que por varios motivos falta la paz, falta la
armonía, en una palabra, falta la "familia". El mensaje que viene de la Sagrada
Familia es ante todo un mensaje de fe: la casa de Nazaret es una casa en la que
Dios ocupa verdaderamente un lugar central. Para María y José esta opción de fe
se concreta en el servicio al Hijo de Dios que se le confió, pero se expresa
también en su amor recíproco, rico en ternura espiritual y fidelidad. María y
José enseñan con su vida que el matrimonio es una alianza entre el hombre y la
mujer, alianza que los compromete a la fidelidad recíproca, y que se apoya en la
confianza común en Dios. Se trata de una alianza tan noble, profunda y
definitiva, que constituye para los creyentes el sacramento del amor de Cristo y
de la Iglesia. La fidelidad de los cónyuges es, a su vez, como una roca sólida
en la que se apoya la confianza de los hijos. Cuando padres e hijos respiran
juntos esa atmósfera de fe, tienen una energía que les permite afrontar incluso
pruebas difíciles, como muestra la experiencia de la Sagrada Familia. Es
necesario alimentar esa atmósfera de fe. En esta perspectiva se va preparando el
segundo Encuentro mundial con las familias, que tendrá lugar en Río de Janeiro
los días 4 y 5 de octubre de 1997. Se tratará de una gran fiesta de las familias
de América Latina y de todo el mundo que renovará el mensaje del primer
Encuentro, celebrado aquí, en Roma, con ocasión del Año internacional de la
familia. Encomiendo a María, "Reina de la familia", a todas las familias del
mundo especialmente a las que atraviesan grandes dificultades, e invoco sobre
ellas su protección materna. »
La Sagrada familia, modelo de fe y de fidelidadMeditación dominical de S.S. Juan Pablo II en diciembre de
1997
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por su comentario!